lunes, febrero 02, 2009

ME ACABO DE ENAMORAR... de W. Bragg

lunes, febrero 02, 2009


Estaba en la página de cristalografía del csic, aquí, cuando una foto me ha impactado. Me parece guapísimo. Si, no se trata nada mas y nada menos que de Bragg hijo. con el hoyuelo en la barbilla, esa mirada despierta e inteligente... esa tez... y además, se podía mantener una conversación con él de temas interesantes. O lo que aún es mejor, al ser mas listo, el sería el que tendría que hablar, y yo tan sólo tendría que escuchar, o poner mirada tierna y decirle que si por favor me podía explicar a partir de tal punto que me había perdido... y que repitiese la explicación... Y ahora ya me puedo imaginar su voz, que por supuesto seguro que era profunda y delicada a la vez...


Ya sé que en esta foto está muy jovencito, pero prometía, así que he buscado mas fotos, pero no se que pasa que no hay transición, o es la foto de su ingreso en la universidad, o de un chico/señor de treinta y bastantes o cuarenta. Pero tampoco tan jovencito, porque es de cuando le dieron el nobel junto con su padre, y ya tenía 25 añitos. Esos labios, esa nariz...


Pero bueno, con esta otra foto, y haciendo "modernizándole un poquito". Quitándole el bigote, cambiándole el peinado y quitándole esa camisa que le aprieta el cuello, con esa corbata que parece que le está cortando la respiración, mejora... Lástima que no sepa usar bien el photoshop.

Y encima australiano... que le añade un toque exótico a lo demás.

Por si alguien quiere saber algo mas de mi amor, os informarán aquí.

Y cambiando un poco de tercio, ¿qué hace después un tío que a los 25 añose le han concedido un nobel de física?

1 comentario:

Román dijo...

Hola Robin:
Aunque soy varón, me ha hecho mucha gracia tu comentario sobre Brag. Me ha recordado uno de mis libros de cabecera, que te recomiendo porque también recien sigo tu faceta de lectora: "En Busca de Klingsor" de Jorge Volpi. Esta novela, que recibió el premio biblioteca breve de Seix Barral, pasa revista a la física teórica de la primera mitad del siglo XX y con ser interesantísima por ese motivo lo es más aún por la descripción de la faceta amorosa de muchos de los grandes físicos que, a uno y otro lado de la contienda, investigaban en el área que les hacía apetecibles para sus respectivos gobiernos en una carrera hacia la obtención de la bomba atómica. Es absolutamente seria, en el buen sentido de la palabra, pero a la vez con un toque de humor, con amor por los personajes, y deslumbramiento, creo, por la riqueza insondable del corazón humano. Va por la cuarta vez que la leo. Si llegaras a leerla me encantaría comentarla luego contigo.
Tu blog es una delicia. Te he añadido a mis favoritos. Gracias por tus entradas a cual más interesante.