TRASPLANTE DE CARA y otras cosas

No he conseguido acabar ni el artículo de el país (aquí), ni el de El Heraldo de Aragón (aquí), acerca del trasplante de cara. Mi estómago, sudor frío y démás efectos secundarios que produce el pensar tan sólo en sangre (no pensemos ya al hablar de venas y arterias que pasan de un lugar del cuerpo a otro), me lo han impedido.

Por supuesto, cuando en el telediario de la 1, he visto al médico así, tan hippilongo, me ha gustado, pero antes de que empezara a hablar, he salido de la habitación por si había demasiados detalles.

Sin embargo, la alegría me invade. Parece ser que este señor, va a poder comer y beber como la mayoría de las personas. ¡Va a poder sonreir!...

Hay un detalle que me ha llegado al alma, y es que todos los problemas que tenía eran por la radioterapia recibida para tratar un tumor hace once años. Admiro a esta gente que son auténticos héroes del día a día, pese a las dificultades que puedan tener.

Por otro lado, cuando ves estas cosas, te das cuenta de lo "capulla" que eres, cuando te preocupas y te das mal por auténticas tontadas y tonterías. Sólo te das cuenta de lo bien que vives en momentos puntuales, o cuando tu suerte cambia, y tienes tú o tu alrededor problemas "importantes", que hay que superar.

Aquí, dejo el video, por si alguien no lo ha visto. Y chico, no nos engañemos, cuando ves estas cosas, que en España siempre las hace la Seguridad Social, te entra un orgullo patrio que para qué. Para mí, mas que las olimpiadas. Cada vez que sale que el número de donantes en España es tan alto, y que hay médicos tan cualificados y profesionales, yo reconozco que me alegran el día y saco pecho. Cuando pasan estas cosas, piensas que pese a todo lo humanidad va hacía adelante. (El problema, es que la siguiente noticia ha sido la de la cantidad de pateras que ha llegado a España esta noche (aquí), y te devuelve a la triste realidad de la tragedia que viven toda esta gente bajo nuestra mirada bastante indiferente. Y para colmar el vaso, cuentan lo de la patera entre Malta e Italia que ha estado a la deriva, y que los barcos no los recogieron... y se supone que han muerto una barbaridad, y ya vuelves a agachar la cabeza, la alegría se ha disipado, y ese "orgullo patrio" desaparece, para convertirse en tristeza y avergonzarse uno mismo de que pasen "estas cosas").