sábado, junio 23, 2007

El SEPTIMO SELLO Y YO

sábado, junio 23, 2007
Nunca me gustó Ingmar Bergman. Y sigue sin gustarme.

No he entendido la necesidad de cuestionarse tanto el mundo interior de las personas, el alma de las personas y todas las preguntas trascendentales y filosóficas. Siempre que se hace esto aparecen aspectos con los que uno no contaba, y que además no sabe ni arreglar ni solucionar. Finalmente lo que logra es angustiarse más.

Digamos que he creído que era más sana la ignorancia en estos aspectos. Recuerdo cuando estudiaba COU lo dura que se me hizo la asignatura de filosofía. Me dije a mi misma que no podría nunca estudiar algo así. Ni tan siquiera llegué a un conocimiento leve de Platón, pese a que todos mis compañeros, decían que era el más fácil y sencillo. Así que me quedé en la caverna, y como pude aprobé aquella asignatura. Ni que decir tiene que las palabras Kant, Nietzche… me hacían temblar sólo de oírlas y cuando en el examen de selectividad vi aquel texto de Platón, se me abrió el cielo, aunque no lo comprendiera, al menos sí que sabía lo que debía decir sin meter la pata.

Después, “de mayor”, he intentado acercarme al mundo de la filosofía desde distintos ángulos, y he leído a Jostein Gaarder. Pero tengo que reconocer que más que por ahondar en el propio conocimiento, se ha debido a que mi ego no soporta el ser una analfabeta en un tema al parecer tan importante y trascendental para personas muy importantes para mí y a las que admiro de verdad.

También he de reconocer que de vez en cuando me resulta imposible escapar a todo ello y me tenga que enfrentar a mi miedos, que parecen muros de altos castillos imposibles de sobrepasar y a mi mundo interior.

Ahora bien, también opino que para llevar una vida medianamente feliz, de vez en cuando hay que enfrentarse a nuestros propios abismos. Y si es necesario hasta dejarse caer en ellos para poderlos superar. Aunque a veces se corra el riesgo de no saber o poder salir de ellos.


En particular el séptimo sello me produce unos sentimientos muy contradictorios y difíciles de explicar. Brevemente voy a tratar de plasmarlos no porque quiera darlos a conocer, sino para tratar de poner en orden mis ideas y pensamientos, aunque realmente no sé para que lo quiero hacer. Quizás para liberarme de todos los puntos oscuros de mi misma que toca esa película.

Todo el mundo tenemos dudas de nuestra existencia de lo que somos, lo que representamos y porqué. Desde siempre la humanidad se ha preguntado acerca de estos temas. Sin embargo hay personas que cuando plasman esas preguntas que todos nos realizamos (ya sea mediante una película…) consiguen conectar a un nivel no sólo de tipo consciente, sino también de tipo inconsciente con otras personas. Esto mismo es lo que me ha pasado a mí con el séptimo sello, y lo que trato de explicar.

Retornando al egoismos que todos poseemos en un nivel más o menos consciente, voy a tratar de definirme en algún aspecto ligeramente. Yo soy una persona que en estos momentos no se preocupa demasiado por esas preguntas que se realiza el hombre así mismo. Cuando cumplí los 30 llegué a la conclusión de que tenía unos ubenos estudios, tenía un buen trabajo, y era una buena hija… así que todas las expectativas que la sociedad, mi familia e incluso yo misma tenía de mi misma las había alcanzado. Así que ya valía de los agobios, las angustias y demás compañeras de fatiga que había tenido hasta ahora. Ahora me tocaba vivir y disfrutar de la vida… y en ello estoy. Sin embargo, cuando desaparecen unas preocupaciones, aparecen otras, que realmente siempre han estadoallí y de las que no puedes escapar. O mejor dicho, por mucho que huyas siempre te alcanzan.

Mi historia con el séptimo sello, comenzó siendo yo una niña. Tendría cinco o seis años, y pusieron esa película en la televisión. La verdad es que no vi mucho de la película, porque no fijó mi atención. Una película en la que el protagonista estaba serio muy serio, en lugar de estar contento por regresar a su casa. Además, estaba jugando al ajedrez, y cuando le pregunté a mi padre con quién jugaba al ajedrez, el me contestó que era “la muerte”. Aquello ya le restó muchos más puntos a la película. Vaya rollazo pensé, y mientras mi padre veía la película, mi abuelo estaba en el jardín, mi abuela preparando la cena y yo saliendo y entrando del jardín a donde estaba la tele y jugando con mi hermano. Para variar, me enfadé con mi hermana y entré al cuarto donde estaban viendo la televisión.

En ese instante, tuvo una escena la película que me dejó impresionada e impactada para el resto de mi vida, y que no creo que olvide la impresión que me causó. En mitad de la noche, en el bosque, cuando están jugando el final de la partida de ajedrez, se despierta José (uno de los cómicos, que tiene poderes) y ve a la muerte jugando al ajedrez con el cruzado. Así que despierta a su mujer, María y se van despacio y sin hacer ruido con su hijo y su pobre carromato, esperando que la muerte no se de cuenta. Lo que yo capté en ese instante es que el cruzado se percata y se da cuenta, y pese a que tiene la partida ganada, para que la muerte no se de cuenta, se deja ganar en la partida de ajedrez. Como consecuencia gana la muerte al pobre cruzado. Sin embargo los cómicos han logrado escapar.

Esta escena, me hizo llorar mucho. Muchísimo. No entendía como el cruzado, se sacrifica de tal modo, y nada ni nadie le da las gracias, ni le quita la desazón que tiene. Parece que haga lo que haga está destinado a morir sin alcanzar la paz de espíritu. Eso me torturó mucho tiempo. Me pareció cruel, aunque quizá por lo mismo que cruel también real.

A raíz de esto, cuando con 30 años volví a ver la película, y descubrí que era aquella que de niña tanto me había impactado, la compré inmediatamente. Y al verla ya con ojos un poco más adultos en algunos aspectos, pero igual de infantiles en otros descubrí muchas, muchas cosas, que hicieron que apareciera de nuevo la inquietud en mi alma y espíritu. Y como si tuviera que desentrañar algo de la película, la vi en numerosas ocasiones. Así que he decidido escribir mis sensaciones y pensamientos acerca de esta película.

No hay comentarios: