domingo, abril 16, 2006

De bodas, noviazgos, hijos y demás...

domingo, abril 16, 2006
Ayer tuve una cena con unos compañeros de la facultad.
Siempre me pongo nerviosa en estas cenas y esta no iba a ser la excepción.

La cena estuvo muy bien. Fuimos a la bodega de su casa, y cenamos ensalada y carne a labrase. Estaba todo muy bueno. En realidad nos costó un poco encender el fuego (somos muy urbanitas), pero todo salió bien.

De postre, esta amiga, había preparado sorbete de límón. El soberte llevaba como unos canutillos de galleta. Al morderlos, centro había sorpresa. Al sacar cada uno lo que había en su canutillo, era un trozo de papel doblado y perfectamente impermeabilizado con papel trasparente. Al desenvolverlos nos encontramos con un puzzle y al montarlo, era un juego de palabras, en el que si leías atentamente, veías que se trataba de boda...

Vamos, que tengo la boda de una compañera de la facultad. Fue todo muy bonito, y preparado por parte de esta amiga y de su futuro marido con todo lujo de detalles... A partír de aquí los fantasmas de mi cabeza empezaron a jugar malas pasadas...No sólo por la boda, sino por otros detalles anexos.

Otros compañeros de la facultad, no habían venido porque acaban de ser papas de un hermoso bebe. (otro factor que contribuyó a animar mis fantasmas).

Así que llevada por mi razonamiento ví que todos los que estában presentes en esa cena (salvo yo), y los que no habían venido, o estaban casados, o con relaciones estables, (lo mismo da), o incluso algunos de ellos con niños a su alrededor.

Nunca he creído que lo de casarse o no fuera vocacional en la mayoría de los casos. Es más, no creo que yo haya sido soltera vocacional, aunque haya saliendo huyendo siempre de cualquier tipo de relación más o menos estable (y si no, ya se ha encargado la otra parte). Entre otras cosas, porque aunque pocas veces, alguna vez me he enamorado.

Lo cierto es que estoy contenta con mis situación de soltera, pero si cambio de opción, espero que también esté muy contenta. En cada momento de la vida, uno es feliz de una manera. Lo único que me ha causado incomodidad alguna vez, es pensar en la maternidad. Más que nada el pesar en una edad fértil, y todo eso de si se pasa el arroz... Sin embargo, existiendo la adopción, ya no pienso en la existencia de una espada de Damocles sobre la mujer para concebir y tener un hijo. Lo importante es querer tener un hijo.

Volviendo a la soltería, y sus ventajas, lo de la soledad no se plantea. De mi cuadrilla hay varias solteras, y alguna ya separada. De las casadas... su situación en la mayoría de los casos me resulta cualquier cosa menos apetecible. Además, soy una persona que necesita de vez en cuando su propio espacio de soledad y reencuentro con una misma.

Así que salgo bastante por ahí, y tengo amigas y amigos para tomar algo, ir al cine, o lo que surja... En definitiva, que estoy muy bien dentro de mi vida de soltera. Entonces ¿qué pasó ayer?

Me asaltaron dudas. ¿Y si me estoy perdiendo algo realmente importante? ¿Tanta gente puede estar equivocada?

Por suerte hoy ya veo las cosas de otra manera. Ni ellos están equivocados ni yo tampoco (o eso espero). Simplemente mi vida por ahora no me ha llevado por ahí.

Vamos que el problema básico es el de mi autoestima e inseguridad (mi abuela decía que era envidioseta, y algo de razón tenía, por suerte puso empeño y creo que corrigió bastante este horrible defecto).
En definitiva se trata de convencimiento de que seguro que su estilo de vida, su formas y maneras son mejores que las mías. Seguro que son más felices y se lo pasan mejor que yo. Menos mal que analizando y racionalizando las ideas que se me ocurrieron se ve la inconsistencia que tienen. Finalmente llegué al convencimiento de que si yo tuviera sus vidas, y apareciera alguien como yo, me sucedería lo mismo (me gustaría su aparente libertad para hacer lo que quiere, no tener "responsabilidades" etc).

Así que como conclusión, puedo decir que me alegro por ellos. Los que están casados, los que se van a casar, los que tienen niños.... Y en cuanto a mí, a ver si no me autoengaño tanto. Hagamos terapia positiva... Mi vida es la mejor que podría existir para mí y mis circunstancias (o eso intento cada día, que es lo que hace que sea la mjor para mí)