miércoles, mayo 03, 2006

¿Relación estres despistes?

miércoles, mayo 03, 2006
Está siendo exagerado.
Estoy volviendo a llegar a niveles que creía que ya nunca volverían a aparecer en mi vida.

Empecemos por el principio. Yo siempre he sido despistada. Muchas veces no me he dado cuenta de que había llegado mi parada del autobús, y me daba cuenta dos paradas después. He perdido las llaves tantas veces que ni recuero. Y así un largo etcétera de despistes a lo largo de mi vida.

Con tesón y constancia, he logrado que aunque los despistes continuen, no me afecten mucho, y reducirlos al máximo en número.

Problema... estoy preparando oposiciones... o eso debiera... con lo que mi estres ha aumentado, y probablemente irá aumentando puesto que el primer examen es a finales de junio. Consecuencia los desistes han aflorado en grado sumo...y con la angustia que les acompaña el sentimiento de impotencia.

Primer despiste grave: el sábado fui a comprar alguna cosilla al Alcampo de la Antigüa Estación de Utrillas de Zaragoza. Como nunca sé donde dejo el coche, para no perderlo, lo dejé al lado de una puerta de entrada. Al ir por poca cosa no cogí carro, y lleve cesta. Para variar, la cargué hasta arriba. Pagué, y cuando iba hacia el parking, me di cuenta de que no sabía cual era la puerta del parking. Así que pregunte a una señora que me mandó una planta mas abajo (mi coche estaba en la de arriba). Después de buscarlo por todo el parking, y que no apareciera. Sudando una barbaridad, y con una sensación horrorosa, de que hago todo mal, y que como me voy a independizar si ni siquiera soy capaz de ir a comprar a un supermercado, opté por intentar hacer autocontrol, respirar hondo varias veces... Allí surgió la primera idea que mereció la pena (menos mal que llegaba una buena idea). Como iba muy cargada, y se me caían constantemente las bolsas, opté por coger un carro y meter dentro todas las bolsas.
En segundo lugar, después de recorrerme otras dos o tres veces el parking, y darme cuenta de que me estaba quedando sola, volví a entrar al centro comercial para ver si me conseguía orientar.
Una vez dentro me volví a orientar, y cuando encontré la puerta que daba a mi coche, sorprendida y anodada me di cuenta de que solo se podía abrir 5 cm (lo suficiente para ver mi coche) porque estaba rodeada de una cadena con candado. Fui probando todas las puertas de esa planta, y comprobé que estaban cerradas. Ví una camara de tv, e hice señales para ver si venía alguien, pero nada, parecía que las cámaras estaban desenchufadas. A todo esto, ni un solo guardia de seguridad.
Bajé a la siguiente planta del sótano, y me acerque a la puerta por la que hacía escasamente 5 o 6 minutos había pasado. Estaba cerrada. Perpleja, no me lo podía creer... Entonces oí el girar de una llave y fui corriendo hacia esa puerta. Tambien estaba cerrada. Pero no me rendí, me puse a dar puñetazos y a gritar para que me abrieran. Por fin se abrió la puerta... Apareció una guardia de Seguridad que yo creo que estaba casi tan asustada como yo. Le dije que me había quedado encerrada y le conté con la respiración entrecortada mi historia. Cuando le dije que tenía el coche en la siguiente planta, me dijo que subiera por la rampa de los coches con el carro. No me pareció ni tan siguiera que el carro costara moverlo. Cuando por fin metí la compra al coche, y me subí dentro, me pareció el lugar más acogedor que podía encontrar en esos momentos. Finalmente, cuando salí del parking a la calle, había anochecido, miré al cielo, bajé la ventanilla y respiré hondo.